Por Paco Latorre
Elle es para la platea apuesta segura: un héroe de nuestra ralea como Paul Verhoeven y el magma que es Isabelle Huppert. Con las uñas largas por delante y la leche agriada, unodebería ir dispuesto a cagarse un poco en las expectavivas y sobre todo en los expectantes; porque sí, Verhoeven explota el molómetro -sigo diciendo que Robocop me parece la película más violenta que he visto y un deber moral para ser ciudadano- y a la Huppert da respeto pensar en besarla en la mejilla. Pero incomprensible me resulta ese redescubrimiento de culto a una mierda como Showgirls o la retranca con una película dejà vu -por muy Verhoeven que sea- como Starship troopers , y mejor no hablo de ese género propio que la crítica más idiota y destroyer ha parido como peli de la Huppert junto a la hipersexualización de una mujer que da para pillar datos si subes en el ascensor con ella pero que no le falta ser menos iguana para llegar al templo de otra Isabelle (por ejemplo).
Nota: 9